Sabemos que el proceso de escritura es apasionante y que, además, los tiempos de nuestros posibles clientes siempre son: «para ayer». Pero esto no debe hacer que nos lancemos a escribir nuestra historia de principio a fin en una versión completa.
Antes de este paso, tenemos que hacer uno previo al que le llamaremos: escaleta.
La escaleta no es más que escribir nuestras ideas de lo que va a ir sucediendo, escena por escena. Por ejemplo:
- Un oficinista está aburrido en su oficina.
- Su jefe llega a regañarlo y a pedirle que escriba un curso.
- Él se molesta y le grita.
- El jefe le exige que haga su trabajo y se va.
- El oficinista se da cuenta de que no tiene creatividad para hacer lo que le piden.
- Una compañera de trabajo le ayuda.
La anterior es la escaleta del primer episodio de nuestra historia. Como puedes observar, está escrito en tercera persona y en presente, lo que ayuda a darle claridad a las ideas.
La importancia de una escaleta es que podemos ir creando nuestra historia sin que un cambio implique demasiado trabajo de corrección. Por ejemplo, el tercer punto que dice que Magú se enoja y le grita, acción que no ocurre en nuestra versión final. Esto es porque al equipo creativo le pareció que una respuesta así no iba de acuerdo con la personalidad de Magú, además, creaba un conflicto antes del primer plot point, lo cual no es lo más adecuado.



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